Milenio
Rosi Orozco
La trata de personas no es ni debe ser en ningún momento un tema
político. Es un grave problema social y lamentablemente una realidad
que forma parte de la vida cotidiana de nuestra sociedad. Lo más grave
es que es un crimen que lastima lo más valioso de cualquier sociedad, lo
más valioso de nuestro país: las personas.
Dicen los que saben que lo bueno es enemigo de lo mejor. Ha sido muy bueno que en la pasada 61 Legislatura y como resultado de un trabajo en equipo de todos los partidos representados en el Congreso, haya sido creada y aprobada la Ley General Contra la Trata de Personas.
Y, sin duda alguna, ese gran paso podrá ser secundado por uno mejor y de mayor alcance si ese ordenamiento alcanzado por unanimidad es ahora sometido a revisión a partir de que, como toda pieza legislativa y toda obra humana, debe tener defectos e insuficiencias que es necesario adecuar para elevarlo a algo mejor.
Es este el caso, por ejemplo, de tres asuntos sobre los que no pudimos llegar a acuerdos en la 61 Legislatura, y son vitales para una Ley capaz de generar protección a las víctimas.
Me refiero en primer término al tiempo perentorio que hay que esperar dando toda la protección, asistencia y apoyos a las víctimas antes de ser presentadas a realizar cualquier diligencia judicial. En segundo lugar es muy importante garantizar un tratamiento adecuado al problema de la desincentivación de la demanda del servicio, y al problema de la publicidad (sobre todo en algunos medios impresos) sin ningún recato ni principio de respeto, que es generado con el evidente propósito de enganchar personas para hacerlas objeto de trata para fines de explotación sexual y laboral. Esto lo puede constatar usted amable lector de MILENIO, con sólo abrir la sección de anuncios clasificados, empleos, en bastantes medios de circulación masiva.
Y en tercer lugar es importante incorporar al texto de la legislación contra la trata, los problemas que hayan detectado las autoridades locales responsables de operar la Ley, tanto del área de la procuración y administración de justicia, como del área de derechos humanos en lo que hace a la protección y asistencia a las víctimas y la restitución en sus derechos.
Es necesario revisar y dialogar también, en qué se ha avanzado, qué se ha atorado y cuáles han sido los obstáculos para avanzar, en las disposiciones contenidas en
el ordenamiento. Por ejemplo, la inexplicable realización de un diagnóstico nacional sin el cual no hay modo de conocer el problema en sus características y dimensiones, y por ende, no se podrá atacar de manera efectiva en sus manifestaciones, y será muy difícil tomar acciones preventivas como lo ha anunciado recientemente el Ejecutivo Federal.
Por eso yo propongo con toda claridad y firmeza desde estas líneas y desde este medio tan importante, MILENIO, que la Ley general se sometida a revisión para ser mejorada, reforzada y, principalmente, para que sea un instrumento a favor de lo mejor de México: los seres humanos.
EL ÁRBOL DE LA TRATA
Mario Luis Fuentes Alcalá es un político y economista mexicano que ha ocupado diversos cargos en la administración pública en México. Es un hombre con una reputación de profesionalismo y eficiencia intachables.
Actualmente dirige el Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social (CEIDAS), un organismo de la sociedad civil dedicado a la investigación en los temas de desarrollo social y la promoción del cumplimiento de los derechos humanos y sociales en México.
Desde esa importante institución se ha sumado a la lucha contra la Trata de Personas y diagnosticó en colaboración con la CNDH, las raíces de este delito para exponer la vulnerabilidad al crimen, a través de una herramienta explicativa llamada “Árbol de la Trata”.
Esta diagnosis muestra claramente los problemas de raíz que generan la trata como son: desintegración familiar, violencia, impunidad, pobreza, acoso, bullying, corrupción, adicciones, inseguridad, desempleo y bajo nivel educativo, entre otras.
Estas raíces arrojan un fruto de maldición social que se expresa en más delitos como: delincuencia organizada, secuestro, narcotráfico, feminicidios, cobro por derecho de piso, enganchadores, extorsión, prostitución, piratería, entre otros crímenes.
Quiere decir que donde sea permitida, tolerada o fomentada la Trata de Personas, invariablemente se sufrirá el crecimiento de otros delitos muy graves.
En el caso del fruto de la extorsión, por ejemplo, algunas sobrevivientes nos han relatado como los giros negros entrenan a las víctimas para detectar a funcionarios de gobiernos o personajes de la política para decirles que ellos tienen derecho a salón privado o VIP donde les toman fotos o video que luego utilizan para extorsionarlos y amarrarles las manos en el combate al delito.
Con relación al narcomenudeo, la mayoría de las sobrevivientes narran que tuvieron que drogarse, que fueron obligadas. Otras forzadas a transportar droga. Una de ellas en Cañón de Lobos, Morelos, tuvo que transportar droga vaginalmente en toallas femeninas especiales.
El fruto de los enganchadores significa que la mayoría de las víctimas que nos son rescatadas pasan de ser víctimas a victimarias. Tenemos el ejemplo de Claudia, quien fue enganchada a los 12 años. A los 16, el tratante que la esclavizó también secuestró a su bebe en Tlaxcala y por eso no podía negarse a someter a una chica de 14 años a quien ella estaba obligada a enseñar, y aceptó “entrenar” a jovencitas enseñándoles a prostituirse.
El fruto del secuestro. Donde crece la Trata crece el secuestro de jovencitas y niñas, por ejemplo las zonas como Tepetixpla, en el estado de México, donde los choferes de trailers han secuestrado a jovencitas para venderlas en municipios vecinos como Santiago Acoxac, Puebla, bajo la mirada indiferente de policías locales.
El Árbol de la Trata nos ayuda a entender por qué ciudades como Monterrey fueron seguras hasta que se permitió la presencia de la trata de personas, y se consintió la apertura de más giros negros donde han crecido de la mano otros delitos también muy graves.
TRABAJEMOS UNIDOS
Por ello es imperativo someter a revisión la Ley General Contra la Trata de Personas. Propongo iniciar un debate sobre esta legislación promulgada en 2012. Este diálogo seguramente enriquecerá el ordenamiento que, insisto, es perfectible, mejorable, escalable.
Acudamos a un debate revisor del texto vigente de la Ley con un espíritu participativo y constructor, donde quepa la participación de todas las voces y todos los sectores.
En este ejercicio será imperativa y muy importante la participación de la CNDH, institución que ha hecho un gran trabajo por estudiar, documentar y combatir por los derechos humanos de las personas que han sido víctimas de este atroz crimen.
José Narro Robles, rector de la UNAM, ha sido un gran aliado en este combate, quien ha influido para motivar una mayor participación del gobierno federal en la lucha por prevenir, sancionar y erradicar este delito.
Quienes han sido forzados a sufrir como esclavas o esclavos nos pidieron en alguna ocasión en la Cámara de Diputados que por favor no politizáramos esta lucha con diferencias de partidos o ideologías. Es por ello que decidí bajar la iniciativa presentada el 20 de Abril de 2012 (hace casi un año), para subir una iniciativa presentada por 104 legisladores de todos los partidos, que quizá sin precedentes, fue votada unánimemente para prevenir, sancionar y erradicar la Trata de Personas. Mi reconocimiento permanente a la 61 Legislatura.
Somos muchos y cada día somos más los que estamos trabajando contra la trata de personas.
Hoy hay organizaciones de la sociedad civil como las que participan en la Comisión Unidos vs la Trata AC, que realizan un excelente trabajo y muchas otras organizaciones que día con día proponen y participan en el avance por lograr que México sea un país de personas en libertad.
Hay también Universidades como la Iberoamericana, en la que José Morales Orozco se comprometió públicamente a luchar contra este crimen ofreciendo diplomados sobre combate a este delito, en alianza con la Organización Infancia Común.
Es tiempo de volver a crecer y mejorar lo que ya se logró.
La lucha es de todos. Lo invito a sumarse amable lector, a ser partícipe de esta mayoría estruendosa de mexicanos que insistimos en hacer y permitir lo bueno, porque a partir de ahí surge lo mejor.
(Así afecta el Árbol de la Trata de personas: http://www.milenio.com/media/8af/31ac33ba76fc0eda384fb5e1a4dd48af.jpg)
Dicen los que saben que lo bueno es enemigo de lo mejor. Ha sido muy bueno que en la pasada 61 Legislatura y como resultado de un trabajo en equipo de todos los partidos representados en el Congreso, haya sido creada y aprobada la Ley General Contra la Trata de Personas.
Y, sin duda alguna, ese gran paso podrá ser secundado por uno mejor y de mayor alcance si ese ordenamiento alcanzado por unanimidad es ahora sometido a revisión a partir de que, como toda pieza legislativa y toda obra humana, debe tener defectos e insuficiencias que es necesario adecuar para elevarlo a algo mejor.
Es este el caso, por ejemplo, de tres asuntos sobre los que no pudimos llegar a acuerdos en la 61 Legislatura, y son vitales para una Ley capaz de generar protección a las víctimas.
Me refiero en primer término al tiempo perentorio que hay que esperar dando toda la protección, asistencia y apoyos a las víctimas antes de ser presentadas a realizar cualquier diligencia judicial. En segundo lugar es muy importante garantizar un tratamiento adecuado al problema de la desincentivación de la demanda del servicio, y al problema de la publicidad (sobre todo en algunos medios impresos) sin ningún recato ni principio de respeto, que es generado con el evidente propósito de enganchar personas para hacerlas objeto de trata para fines de explotación sexual y laboral. Esto lo puede constatar usted amable lector de MILENIO, con sólo abrir la sección de anuncios clasificados, empleos, en bastantes medios de circulación masiva.
Y en tercer lugar es importante incorporar al texto de la legislación contra la trata, los problemas que hayan detectado las autoridades locales responsables de operar la Ley, tanto del área de la procuración y administración de justicia, como del área de derechos humanos en lo que hace a la protección y asistencia a las víctimas y la restitución en sus derechos.
Es necesario revisar y dialogar también, en qué se ha avanzado, qué se ha atorado y cuáles han sido los obstáculos para avanzar, en las disposiciones contenidas en
el ordenamiento. Por ejemplo, la inexplicable realización de un diagnóstico nacional sin el cual no hay modo de conocer el problema en sus características y dimensiones, y por ende, no se podrá atacar de manera efectiva en sus manifestaciones, y será muy difícil tomar acciones preventivas como lo ha anunciado recientemente el Ejecutivo Federal.
Por eso yo propongo con toda claridad y firmeza desde estas líneas y desde este medio tan importante, MILENIO, que la Ley general se sometida a revisión para ser mejorada, reforzada y, principalmente, para que sea un instrumento a favor de lo mejor de México: los seres humanos.
EL ÁRBOL DE LA TRATA
Mario Luis Fuentes Alcalá es un político y economista mexicano que ha ocupado diversos cargos en la administración pública en México. Es un hombre con una reputación de profesionalismo y eficiencia intachables.
Actualmente dirige el Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social (CEIDAS), un organismo de la sociedad civil dedicado a la investigación en los temas de desarrollo social y la promoción del cumplimiento de los derechos humanos y sociales en México.
Desde esa importante institución se ha sumado a la lucha contra la Trata de Personas y diagnosticó en colaboración con la CNDH, las raíces de este delito para exponer la vulnerabilidad al crimen, a través de una herramienta explicativa llamada “Árbol de la Trata”.
Esta diagnosis muestra claramente los problemas de raíz que generan la trata como son: desintegración familiar, violencia, impunidad, pobreza, acoso, bullying, corrupción, adicciones, inseguridad, desempleo y bajo nivel educativo, entre otras.
Estas raíces arrojan un fruto de maldición social que se expresa en más delitos como: delincuencia organizada, secuestro, narcotráfico, feminicidios, cobro por derecho de piso, enganchadores, extorsión, prostitución, piratería, entre otros crímenes.
Quiere decir que donde sea permitida, tolerada o fomentada la Trata de Personas, invariablemente se sufrirá el crecimiento de otros delitos muy graves.
En el caso del fruto de la extorsión, por ejemplo, algunas sobrevivientes nos han relatado como los giros negros entrenan a las víctimas para detectar a funcionarios de gobiernos o personajes de la política para decirles que ellos tienen derecho a salón privado o VIP donde les toman fotos o video que luego utilizan para extorsionarlos y amarrarles las manos en el combate al delito.
Con relación al narcomenudeo, la mayoría de las sobrevivientes narran que tuvieron que drogarse, que fueron obligadas. Otras forzadas a transportar droga. Una de ellas en Cañón de Lobos, Morelos, tuvo que transportar droga vaginalmente en toallas femeninas especiales.
El fruto de los enganchadores significa que la mayoría de las víctimas que nos son rescatadas pasan de ser víctimas a victimarias. Tenemos el ejemplo de Claudia, quien fue enganchada a los 12 años. A los 16, el tratante que la esclavizó también secuestró a su bebe en Tlaxcala y por eso no podía negarse a someter a una chica de 14 años a quien ella estaba obligada a enseñar, y aceptó “entrenar” a jovencitas enseñándoles a prostituirse.
El fruto del secuestro. Donde crece la Trata crece el secuestro de jovencitas y niñas, por ejemplo las zonas como Tepetixpla, en el estado de México, donde los choferes de trailers han secuestrado a jovencitas para venderlas en municipios vecinos como Santiago Acoxac, Puebla, bajo la mirada indiferente de policías locales.
El Árbol de la Trata nos ayuda a entender por qué ciudades como Monterrey fueron seguras hasta que se permitió la presencia de la trata de personas, y se consintió la apertura de más giros negros donde han crecido de la mano otros delitos también muy graves.
TRABAJEMOS UNIDOS
Por ello es imperativo someter a revisión la Ley General Contra la Trata de Personas. Propongo iniciar un debate sobre esta legislación promulgada en 2012. Este diálogo seguramente enriquecerá el ordenamiento que, insisto, es perfectible, mejorable, escalable.
Acudamos a un debate revisor del texto vigente de la Ley con un espíritu participativo y constructor, donde quepa la participación de todas las voces y todos los sectores.
En este ejercicio será imperativa y muy importante la participación de la CNDH, institución que ha hecho un gran trabajo por estudiar, documentar y combatir por los derechos humanos de las personas que han sido víctimas de este atroz crimen.
José Narro Robles, rector de la UNAM, ha sido un gran aliado en este combate, quien ha influido para motivar una mayor participación del gobierno federal en la lucha por prevenir, sancionar y erradicar este delito.
Quienes han sido forzados a sufrir como esclavas o esclavos nos pidieron en alguna ocasión en la Cámara de Diputados que por favor no politizáramos esta lucha con diferencias de partidos o ideologías. Es por ello que decidí bajar la iniciativa presentada el 20 de Abril de 2012 (hace casi un año), para subir una iniciativa presentada por 104 legisladores de todos los partidos, que quizá sin precedentes, fue votada unánimemente para prevenir, sancionar y erradicar la Trata de Personas. Mi reconocimiento permanente a la 61 Legislatura.
Somos muchos y cada día somos más los que estamos trabajando contra la trata de personas.
Hoy hay organizaciones de la sociedad civil como las que participan en la Comisión Unidos vs la Trata AC, que realizan un excelente trabajo y muchas otras organizaciones que día con día proponen y participan en el avance por lograr que México sea un país de personas en libertad.
Hay también Universidades como la Iberoamericana, en la que José Morales Orozco se comprometió públicamente a luchar contra este crimen ofreciendo diplomados sobre combate a este delito, en alianza con la Organización Infancia Común.
Es tiempo de volver a crecer y mejorar lo que ya se logró.
La lucha es de todos. Lo invito a sumarse amable lector, a ser partícipe de esta mayoría estruendosa de mexicanos que insistimos en hacer y permitir lo bueno, porque a partir de ahí surge lo mejor.
(Así afecta el Árbol de la Trata de personas: http://www.milenio.com/media/8af/31ac33ba76fc0eda384fb5e1a4dd48af.jpg)
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